Fauna Urbana Cotorra Argentina
Fauna urbana
Cotorra argentina
"Esta especie, gracias a su proliferación, se ha convertido ya en un miembro más de nuestra fauna urbana, pero también se ha convertido en una plaga."
La Myiopsitta Monachus, más conocida como cotorra argentina, pertenece a la familia de las psitácidas, mide unos 30 cm y pesa 150g. Su media de vida está entre los 25 y 30 años en cautividad y de 3 a 10 en libertad. Su plumaje se caracteriza por el color verde intenso de la espalda y las alas y el gris azulado del pecho y la frente, a veces presentan algunas plumas azules en las puntas de las alas.
Su distribución natural es de Bolivia central y el sur de Brasil hasta Argentina central, donde se concentra en zonas boscosas y rurales. Pero además este animal tan adaptable, se ha establecido en colonias en diversas regiones del globo, como consecuencia de fugas accidentales o liberaciones deliberadas . Existen grupos estables de cotorras en Barcelona, Nueva Yorck, Miami, Virginia, Florida, Holanda entre otros.
Este pájaro se considera un ave pacífica y amigable, en cautividad, con una gran capacidad vocalizadora y fácil de domesticar. Todas estas afirmaciones son ciertas, pero hemos de tener en cuenta a la hora de tener una cotorra argentina , que también es un pájaro muy ruidoso y bastante destructivo.
Las primeras cotorras que llegaron a España, lo hicieron a principios de los 70, vendidas en principio como aves exóticas y mas tarde liberadas por sus amos por su carácter ruidoso. En nuestro país no tienen una especie depredadora natural, por eso tienen una tasa de reproducción muy alta, hasta hace poco la población se duplicaba cada dos años, ahora esta tendencia se ha moderado y la población se duplica cada cinco. A mediados de los 70, la población de cotorras era de 50 ejemplares en Cataluña actualmente es de 2.200 y la mayoría están establecidas en el área de Barcelona. Son aves sociables con otras especies y se instalan fácilmente encontrando la manera de subsistir.
Esta especie, gracias a su proliferación, se ha convertido ya en un miembro más de nuestra fauna urbana, pero también se ha convertido en una plaga. En su estado natural, las cotorras viven en la naturaleza, pero aquí viven en las grandes ciudades como Barcelona y Lleida, donde fueron llevadas como animales de compañía, se familiarizaron con los grandes espacios urbanos y se fueron reproduciendo e instalando en el cono urbano. Encuentran su alimento en los huertos y los campos cercanos a las ciudades, los agricultores con tierras al sur de Barcelona ( El Llobregat), desgraciadamente han visto destruidas sus cosechas en mas de una ocasión, en 2002 las cotorras destruyeron mas de 50.000 tomates que estaban cultivando en esas tierras.
En la capital catalana, la cotorra está proliferando de manera muy rápida, y sus nidos están ocasionando problemas, ya que en libertad, estos pájaros viven en enormes nidos comunitarios, hechos con mas de 20.000 ramas y con un peso aproximado de 50kg, no es necesario decir que esto ocasiona un peligro evidente para los viandantes que podrían sufrir un grave accidente si uno de estos nidos les cayera encima.
Son estos motivos los que han llevado al departamento de medio ambiente a autorizar, por primera vez, la caza de la cotorra argentina, al considerarla una especie exótica invasora.
La liberación de esta especie está totalmente desaconsejada, es perjudicial para el medio ambiente, para la población y para el propio animal. Si no puedes hacerte responsable de tu ejemplar, debes ponerte en contacto con una asociación protectora de animales o con tu veterinario, quien seguro te ayudará a encontrar la solución más adecuada.
Su distribución natural es de Bolivia central y el sur de Brasil hasta Argentina central, donde se concentra en zonas boscosas y rurales. Pero además este animal tan adaptable, se ha establecido en colonias en diversas regiones del globo, como consecuencia de fugas accidentales o liberaciones deliberadas . Existen grupos estables de cotorras en Barcelona, Nueva Yorck, Miami, Virginia, Florida, Holanda entre otros.
Este pájaro se considera un ave pacífica y amigable, en cautividad, con una gran capacidad vocalizadora y fácil de domesticar. Todas estas afirmaciones son ciertas, pero hemos de tener en cuenta a la hora de tener una cotorra argentina , que también es un pájaro muy ruidoso y bastante destructivo.
Las primeras cotorras que llegaron a España, lo hicieron a principios de los 70, vendidas en principio como aves exóticas y mas tarde liberadas por sus amos por su carácter ruidoso. En nuestro país no tienen una especie depredadora natural, por eso tienen una tasa de reproducción muy alta, hasta hace poco la población se duplicaba cada dos años, ahora esta tendencia se ha moderado y la población se duplica cada cinco. A mediados de los 70, la población de cotorras era de 50 ejemplares en Cataluña actualmente es de 2.200 y la mayoría están establecidas en el área de Barcelona. Son aves sociables con otras especies y se instalan fácilmente encontrando la manera de subsistir.
Esta especie, gracias a su proliferación, se ha convertido ya en un miembro más de nuestra fauna urbana, pero también se ha convertido en una plaga. En su estado natural, las cotorras viven en la naturaleza, pero aquí viven en las grandes ciudades como Barcelona y Lleida, donde fueron llevadas como animales de compañía, se familiarizaron con los grandes espacios urbanos y se fueron reproduciendo e instalando en el cono urbano. Encuentran su alimento en los huertos y los campos cercanos a las ciudades, los agricultores con tierras al sur de Barcelona ( El Llobregat), desgraciadamente han visto destruidas sus cosechas en mas de una ocasión, en 2002 las cotorras destruyeron mas de 50.000 tomates que estaban cultivando en esas tierras.En la capital catalana, la cotorra está proliferando de manera muy rápida, y sus nidos están ocasionando problemas, ya que en libertad, estos pájaros viven en enormes nidos comunitarios, hechos con mas de 20.000 ramas y con un peso aproximado de 50kg, no es necesario decir que esto ocasiona un peligro evidente para los viandantes que podrían sufrir un grave accidente si uno de estos nidos les cayera encima.
Son estos motivos los que han llevado al departamento de medio ambiente a autorizar, por primera vez, la caza de la cotorra argentina, al considerarla una especie exótica invasora.
La liberación de esta especie está totalmente desaconsejada, es perjudicial para el medio ambiente, para la población y para el propio animal. Si no puedes hacerte responsable de tu ejemplar, debes ponerte en contacto con una asociación protectora de animales o con tu veterinario, quien seguro te ayudará a encontrar la solución más adecuada.