Husky

La mirada de hielo azul

El Husky siberiano es el más popular de las razas nórdicas, seguramente se debe a su atractivo físico, ya que es una de las razas más parecidas a su antecesor el lobo, y a su intensa mirada azul.

Todas las informaciones apuntan que esta raza fue criada por la tribu Chukchi, que la utilizaba principalmente para el pastoreo de los ciervos, tirar de los trineos y mantener calientes a los niños. Este perro de trabajo, fue llevado desde Siberia a Alaska desde 1908 durante dos décadas debido a la fiebre del oro. Se utilizó principalmente para tirar de trineos y especialmente en la carrera All- Alaska Sweepstakes. Más pequeños y más resistentes que los perros comunes, los siberianos se hicieron los dueños de la carrera enseguida.

La selección de esta raza. De las más primitivas que se encuentran en la actualidad, para tareas casi exclusivamente de trabajo, ha hecho que este perro no haya sido domesticado para estar en estrecha colaboración con el hombres, y aunque sea un perro muy afectivo es a la vez muy independiente. Es feliz viviendo en jauría y tiene una gran necesidad de ejercicio, es capaz de recorrer cada día grandes distancias, 50km, donde su principal objetivo es llegar al horizonte sin preocuparle lo más mínimo que nunca lo alcanzará. Es justamente esta característica , junto su necesidad de disciplina,la que hace que el Husky sea la raza que más se pierde y la más difícil de encontrar, ya que corre lejos sin que nada lo distraiga, esta característica, muy útil antaño para las carreras, se les ha vuelto en contra, por lo que no es aconsejable dejar correr al animal sin supervisión.

El Husky es un animal vigoroso, no muy inquieto pero a la vez no demasiado tranquilo y muy independiente, no es habitualmente un perro obediente ni fácil de adiestrar, el macho es muy dominante con su propietario y no demanda demasiado afecto, esto no quiere decir sin embargo que sea un perro solitario, más bien lo contrario. En realidad al Husky no le gusta demasiado obedecer sino que lo obedezcan y al que tampoco le gusta que lo mimen constantemente más bien que lo acompañen.

Esta raza no ladra en exceso, pero puede ser un vigilante del hogar aceptable, al ser un perro seguro de si mismo , no pierde el tiempo en ladrar y si es necesario intimida y pasa la acción directamente, esto se evidencia más todavía en su relación con sus congéneres, a los que demuestra rápidamente su liderazgo. Esta raza puede tener un comportamiento destructivo, por lo que no es una raza aconsejada para un piso o si no se tiene tiempo de sacarlo a hacer ejercicio.

Este perro es sin embargo ideal si se desea un compañero rústico,fuerte e independiente, con el que pasar largas jornadas de ejercicio, pero se tiene que estar dispuesto a demostrar que en casa ya había un líder antes de su llegada.

Tània Salas

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