Dálmata

La sonrisa del perro manchado

Es esta característica, junto con su temperamento enérgico y juguetón, el que hace del dálmata un excelente compañero de juegos, sobre todo de niños a partir de los 8 años por los que se deja hacer auténticas diabluras.


Esta raza originaría de Yugoslavia, tiene sus orígenes más antiguos en el antiguo Egipto, donde animales muy similares a los dálmata actuales, aparecen retratados en bajorrelieves.

La característica principal de esta raza, tan popular en los últimos años, es su piel definitivamente manchada. Los cachorros nacen sin manchas y éstas van apareciendo a lo largo del primer año, pudiendo ser de color negro o hígado. El dálmata es un animal de talla mediana y de buena musculatura, con una gran resistencia, derivada de sus orígenes como perro que acompañaba los carruajes. Debido a esta herencia, es una raza que demanda actividad y ejercicio, puesto que si no se pueden volver destructivos ante la soledad y el aburrimiento.

El dálmata es una raza difícil de ubicar, no se define ni como perro de trabajo ni dentro de las mascotas de compañía, aunque las dos pueden ser sus funciones con un correcto entrenamiento, y un amo experto en el trato con perros y que él reconoce como su guía, puesto que el dálmata es una de las pocas razas que elige a su líder entre los disponibles y no al contrario. Es esta característica, junto con su temperamento enérgico y juguetón, el que hace del dálmata un excelente compañero de juegos, sobre todo de niños a partir de los 8 años por los que se deja hacer auténticas diabluras.

Nunca se tiene de entrenar a un dálmata con métodos negativos, puesto que es un animal muy sensible que difícilmente olvidará un maltrato. Esta sensibilidad hace que el perro necesite la compañía humana y sufra si se lo deja solo; por lo tanto es recomendable buscarle un compañero, ya sea un perro o de otra especie.

Tània Salas

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