Burmés
Un gato de compañía
Dice la leyenda, que el Burmés existía en los monasterios birmanos y en el antiguo Siam, actual Tailandia, desde el s.XV, donde eran considerados como gatos sagrados.
Todo apunta, a que los Burmés existentes actualmente en Europa y USA, deben sus orígenes a criadores estadounidenses, concretamente a J.C.Thompson, que cruzó una gata Burmés marron con ojos dorados, Wong Mau, importada de tailandia, con un siamés Chocolate poin, Tau Mau, en la camada resultante nacieron gatitos de varios colores, un macho marrón fue cruzado con su madre dando como resultado,la primera camada de Burmés unicolores marrones de occidente.
El pelaje del gato burmés es muy corto, fino, muy denso, sedoso, brillante y pegado al cuerpo. La mayor pigmentación se encuentra en los extremos del cuerpo “point”: cara, patas y cola; es intermedia en el dorso y los flancos y más atenuada en las partes bajas. El color definitivo de la capa aparece a partir de los 2,5 meses. Lo mismo ocurre en la sustitución del color gris-azul de los ojos de los gatitos por el color amarillo.
Hay cuatro variedades básicas en su color de manto:
Marrón: (brown en Gran Bretaña, sable en los Estados Unidos: marrón oscuro).
Azul (blue): gris plateado.
Chocolate (chocolate champaña: chocolate con leche).
Lilac (lilac, platino): gris paloma, gris rosado pálido.
Existen otras variedades más recientes, que sólo están reconocidas en Europa: Red/ melocotón; cream/ crema, tortle/ tortuga y silver.
Los gatos Burmés, son animales afectuosos y sociables, de los más longevos entre los gatos. Su personalidad,suele compararse con la de los perros, por su tendencia a convertirse en la sombra de sus dueños y su deseo de dar y recibir afecto. Tiene un carácter muy dulce, le encanta jugar con todos los miembros de la familia, con la ventaja que no expone las garras para jugar, con lo que producen pocos accidentes por arañazos. Es muy sociable, y convive bien con otros animales si se hacen las “presentaciones” correctamente y se lleva a cabo una buena socialización cuando es cachorro. Aunque suele preferir ser el único minino de la casa.
Es un gato inteligente, que necesita atención y afecto, así como su rato de juego, a diario. Por eso, a diferencia de otros congéneres, no es un animal que se encuentre a gusto solo en casa, por lo que no es conveniente dejarlo sin compañía durante demasiado tiempo. Pero por el contrario, es un gato que se adapta rápidamente a nuevas situaciones y al que, por lo general, le encanta viajar, con lo que puede acompañar a la familia en los desplazamientos vacacionales.
Tània Salas