Síndrome Urológico Felino

Causas y consecuencias

El Síndrome Urológico Felino (FLUTD por sus siglas en inglés) es un conjunto de signos clínicos derivados de un mal funcionamiento del aparato urinario. Es un problema habitual en los gatos, y es importante que el propietario tenga un conocimiento general para detectarlo a tiempo.

No se ha identificado una única causa, y los veterinarios suelen atribuir el FLUTD a una serie de factores que predisponen y pueden desencadenar el síndrome urológico felino. Los genes y el estilo de vida, como la alimentación o la calidad del agua, son determinantes en el desarrollo de esta enfermedad.

En la mayoría de los casos, se presenta como una obstrucción de la uretra, la vía urinaria que permite vaciar la vejiga. Esta obstrucción puede ser debida a la formación de cristales en la orina, aunque a veces es difícil su detección y se atribuye a un tapón de material orgánico. Los cristales pueden generar piedras en la vejiga y dañar las vías urinarias a su paso, produciendo inflamación y favoreciendo las infecciones. La formación de cristales puede ser debido a muchos factores:

- dieta: la alimentación de calidad tiene una composición correcta de minerales (de magnesio sobretodo), sin excesos, y mantiene la acidez (pH) adecuada que evita la formación de cristales.

- agua: una ingesta correcta de agua mantiene a la orina más diluida y permite la evacuación con más facilidad. Hay que tenerlo en cuenta, si la mascota se alimenta de pienso seco.

- obesidad: hay una gran incidencia de FLUTD en gatos obesos debido al desequilibrio nutricional que sufren.

- edad y sexo: afecta con más frecuencia a los machos adultos castrados; los machos tienen una uretra más larga y estrecha, y los animales castrados son menos activos y tienden a la obesidad. Existen piensos diseñados específicamente para ellos.

- infección: las bacterias pueden cambiar la acidez de la orina, lo que provoca la formación de cristales. Aunque en ocasiones los cristales se forman antes, y son ellos los que permiten que se instaure una infección.

- estrés: se ha mostrado como desencadenante del FLUTD debido a los cambios fisiológicos que se producen en un animal estresado.

Si existe una obstrucción completa, la vida de la mascota corre peligro y hay que ir de urgencias a un centro veterinario. En este caso, la orina no puede ser expulsada y su acumulación puede afectar a todo el tracto urinario, los riñones y al resto de órganos, ya que la sangre no puede deshacerse de los tóxicos generados por el propio cuerpo. El facultativo estabilizará al animal, evaluará su situación, desatascará la uretra, rehidratará al paciente e instaurará el tratamiento apropiado para revertir la situación en la medida de lo posible. Unas pocas horas pueden suponer una gran diferencia en el tratamiento y el pronóstico, así que cualquier sospecha debe ser investigada.

El FLUTD se manifiesta principalmente con los siguientes síntomas:

- dificultad para orinar: el gato va a su bandeja muy a menudo, pero no consigue orinar más que unas gotas. A veces orina fuera de su bandeja.

- dolor: además de no orinar de forma correcta, le duele y maúlla. A veces se muestran ariscos y agresivos al trato.

- sangre en la orina: observamos sangre diluida en orina, de manera que ésta es anaranjada.

- deja de comer, vomita, y presenta un mal estado en general.

Si su gato ha sufrido FLUTD en alguna ocasión, debe seguir las instrucciones del veterinario al pie de la letra, ya que estará predispuesto a padecerlo otra vez. La alimentación es clave en el tratamiento y mantenimiento, y las revisiones periódicas permitirán detectar cualquier problema con anterioridad. El análisis de la orina es muy efectivo (y la habilidad para obtener una muestra válida de orina), pero también lo es observar al gato cuando va a hacer sus necesidades a la bandeja; el propietario juega un papel imprescindible, porque convive con su mascota y sabe sus reacciones. Si tiene alguna duda, póngase en contacto con su veterinario.

Ramon Gayo
Veterinario

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