Fauna Urbana (palomas)

Palomas

Las palomas son un animal característico de cualquier ciudad europea, e incluso son un atractivo turístico en algunas plazas. Niños y turistas compran comida para atraerlas, y estas aves pierden el miedo al hombre y no dudan en acercarse para conseguir algún grano o miga de pan.

No es extraño ver a un niño completamente rodeado de palomas, que aparecen de todas partes, y algunas llegan a posarse sobre él. También resulta curioso observar sus rituales de cortejo en parques y jardines en primavera, donde un gran macho persigue a una hembra, en busca de aceptación. Se han adaptado a la perfección en el medio urbano, y se han multiplicado considerablemente, lo que supone un problema para nuestra convivencia.

En primer lugar, sus excrementos ensucian y estropean el mobiliario urbano, plantas y monumentos de gran valor artístico e histórico; alguna paloma incluso tiene la puntería necesaria para ponerte en un aprieto cuando vas a una cita. En segundo lugar, son portadoras de parásitos y microorganismos patógenos, que pueden comprometer nuestra salud. Por último, cuando anidan en los tejados, traen escombros y obstruyen canalizaciones de agua, provocando desperfectos.

Muchos municipios han puesto en marcha campañas para controlar su número y evitar las molestias ocasionadas. Algunos edificios disponen púas o alambres para evitar que se posen. La cetrería también es de ayuda. El uso de halcones, como depredador natural, es utilizado en ciertas zonas donde las palomas podrían causar serios accidentes, como por ejemplo en los aeropuertos. Una bandada de palomas puede cruzarse en el camino de un avión, y obstruir los motores, obligando a realizar maniobras de emergencia para aterrizar.

Las palomas en si, son un animal bello que adorna plazas y catedrales. Su gran sentido de la orientación las ha llevado a ser utilizadas como mensajeras; pueden volar grandes distancias de vuelta a su hogar, desde un lugar en el que nunca han estado. Como curiosidad decir que, en la Segunda Guerra Mundial, el ejército inglés lanzaba palomas enjauladas en paracaídas, en lugares concertados tras las líneas enemigas, para que los ciudadanos de las zonas ocupadas o los espías pudieran enviar información desde el continente. El Servicio Nacional de Palomas se encargaba de criarlas y entrenarlas, y cabe decir que obtuvieron valiosos resultados.

El problema actual radica en su multiplicación descontrolada, por la facilidad de acceder al alimento. Por eso, es necesaria una concienciación del ciudadano para evitar que tengan acceso a residuos o deshechos de comida, junto con medidas de esterilización llevadas a cabo por el departamento municipal correspondiente.

Tània Salas

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