Antibióticos

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Los antibióticos son un tipo de medicamento que combaten las bacterias, causantes de infecciones. Existen muchos tipos de antibióticos, dada la gran variedad de especies de microorganismos que pueden causar problemas.

Los antibióticos son un tipo de medicamento que combaten las bacterias, causantes de infecciones. Existen muchos tipos de antibióticos, dada la gran variedad de especies de microorganismos que pueden causar problemas. Cada uno, tiene una forma de acción diferente, y está recomendado en ciertas patologías; en ocasiones es necesario realizar un cultivo de la bacteria responsable, para determinar qué antibiótico hay que administrar. Muchas veces se utilizan antibióticos de amplio espectro, es decir, que combaten diferentes especies en diferentes puntos del organismo; sólo el veterinario, basado en los datos y en la experiencia, puede determinar cual es el más conveniente en cada caso, y cual debe ser la pauta.

Es importante ser consciente de lo que supone administrar un antibiótico a nuestra mascota, y estar informados de sus características y posibles efectos adversos.

  • hay que ser constante: para que un antibiótico sea eficaz, tiene que conseguir cierta concentración en sangre, durante cierto periodo de tiempo. Así nos aseguraremos de que suficiente cantidad de medicamento llega al lugar indicado y realiza su función. Si nos saltamos alguna administración, o no nos aseguramos de que el animal lo toma, no podemos estar seguros del tratamiento.

  • no interrumpir el tratamiento antes de tiempo, aunque pensemos que nuestra mascota ya está curada. Como ya hemos explicado, su eficacia también se basa en una acción prolongada durante un periodo de tiempo, para asegurar de que no puede rebrotar la infección.

  • si el animal tiene una recaída, no es prudente volver a administrar antibióticos por nuestra cuenta. El veterinario valorará si la situación es la misma, cual es el motivo de la recaída, y que tratamiento es necesario. Corremos el riesgo de favorecer bacterias resistentes, más difíciles de tratar con los medios habituales.

  • los antibióticos para humanos no sirven para las mascotas. La composición o la dosis puede no ser la apropiada, y causar muchos problemas en órganos como el hígado y los riñones.

  • como cualquier otro medicamento, los antibióticos tienen efectos adversos en algunos individuos, tales como vómitos o diarreas. Si observa estos signos, consulte con su veterinario.

  • en ocasiones, el facultativo cree conveniente dar antibiótico aunque no haya infección. Esto es debido a que algunas enfermedades favorecen la aparición de infecciones que complican el cuadro. Si las defensas del animal tienen demasiado trabajo, puede que no sean capaces de combatir las bacterias.

En caso de duda, acuda a su centro veterinario.

Ramon Gayo
Veterinario

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