Cachorro (1ª parte)

Socialización

" Cuando son cachorros descubren el mundo que les rodea, y lo aceptan como normal. Ya de mayores, no son tan receptivos a nuevas situaciones o individuos, y pueden desarrollar problemas de comportamiento."

 

Cuando adoptamos un cachorro, hay que concertar una visita con el veterinario para realizar una exploración general y resolver cualquier tipo de duda que nos surja. Además, el veterinario nos dará unos consejos necesarios para el manejo adecuado, cuándo debemos vacunarlos y desparasitarlos, la identificación con el microchip, y la alimentación que debe seguir en las primeras etapas de crecimiento. Para disfrutar de una mascota saludable y establecer un vínculo, hay que prestar especial atención a la educación, la socialización con el medio que la rodea y los diferentes individuos, y familiarizarnos con su comportamiento. Un animal estable está acostumbrado a vivir bajo una jerarquía, dentro de una estructura “familiar”, y la aceptación de su rango dentro de ésta, significa bienestar para el animal y para el propietario, haciendo de su compañía un placer.

Así como una correcta alimentación, ejercicio regular y las revisiones veterinarias, asegurarán un buen estado de salud, un buen adiestramiento desde cachorro evitará cualquier tipo de problema comportamental en el futuro. Desde las 3 a las 12 primeras semanas de vida, cuando son más receptivos al aprendizaje, el cachorro se tiene que socializar con individuos de todo tipo (perros, otros animales con los que pueda tener contacto, personas de todas las edades, etc), y con el ambiente con el que estará en contacto más a menudo (la calle, ruidos habituales del vecindario, olores, etc). Hay que tener en cuenta que al principio tenemos ciertas restricciones, sobretodo en el caso de los perros, ya que hasta que no están plenamente vacunados no es conveniente que paseen por la calle, dada su falta de defensas frente una serie de enfermedades. Por eso, ir a clases de socialización con otros cachorros de la zona, puede ayudar en este aspecto, porque nos aseguramos que tienen contacto con animales sanos, y recibiremos consejos muy útiles de personas especializadas en el manejo y el comportamiento de los cachorros.

El propietario se tiene que implicar en la educación de su mascota. Tenemos que dedicar tiempo en casa, para enseñarle unas reglas que marcarán nuestra convivencia. Cuando son cachorros, parece que juegan con todo y todo el mundo, muerden cualquier cosa que encuentran, etc pero este comportamiento tiene más significado del que nos pensamos. Ellos determinan una jerarquía con los individuos que convive (animales y humanos), y resuelven cuál es su rango.